El fin de semana pasado

 Hola Chicos,                                                                                                                     lunes, 29 de enero

¿Cómo va la vida?

Espero que bien. Hoy es lunes y ya he empezado mi semana normal de trabajo, pero este fin de semana he hecho muchas cosas divertidas.

El sábado jugué con mi marido a juegos de mesa. Me gusta mucho jugar, pero para él es bastante aburrido, él prefiere juegos de ordenador porque es informático. Primero gané yo, después ganó mi marido. Fue un empate democrático. Después fuimos con nuestros tres perros al parque para airearnos un poco.

Por la noche hice una tarta de espinacas y tomates secos, abrí una botella de vino tinto y vimos dos primeros episodios de una serie estadounidense que se llama True Detective. Me encantan las series sobre detectives y las veo muy a menudo. La última temporada de True Detective habla de un crimen misterioso en Alaska, que lo hace incluso más fascinante, ya que es una de las regiones que me gustaría visitar en un futuro cercano. Mi marido se durmió después de quince minutos como siempre, mis perros se durmieron también enseguida así que terminé de ver la serie y me fui a la cama a leer un libro sobre Dinamarca.

Ayer, o sea el domingo, me levanté súper temprano y de muy mala leche. Odio madrugar e intento no hacerlo los fines de semana, pero me despertó mi perra y tuve que levantarme y sacarla a pasear. Luego hice un zumo de naranja y pomelo para mí , y un batido de piña y soja para mi marido que siguió durmiendo como muerto a pesar de un ruido bestial de cafetera y batidora. No nos gusta desayunar, generalmente bebemos café solo, zumo o batido. Después hice 40 minutos de yoga. Últimamente no me apetece hacer deporte y es lo máximo que consigo hacer. Lo hago a diario pero con pereza en el corazón, me ayuda ser paciente y flexible. 

Después decidí reorganizar un poco la habitación donde trabajo. Moví el escritorio y la planta enorme (que en teoría es de mi marido, pero la cuido yo) y también la alfombra para tener más espacio para hacer yoga. Después jugamos a juegos de mesa con mi marido, perdí terriblemente pero nunca me ha importado perder. Disfruto de juego de todas formas.

Por la tarde vino mi amigo de toda la vida. Nos conocimos hace 28 años y seguimos siendo amigas hasta hoy en día. Malvina es bruta, anarquista y muy loca, además es redactora, editora y profesora de lengua, así que generalmente hablamos de gramáticas o lenguas que enseñamos o aprendemos. Mi marido dice que somos dos aburridas, pero nosotras nos lo pasamos muy bien. 

¿y qué tal vosotros? ¿cómo os va?



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